¿Cómo afectará el COVID-19 al sistema financiero internacional? La influencia, según veremos en este artículo, hará que los males que ya arrastraba éste se vean incrementados. También se plantearán soluciones al respecto.
Sistema Productivo
La pandemia del Covid-19 está siendo muy problemática para la economía a nivel mundial. Sin embargo, en cierto modo, no ha hecho sino afirmar las tendencias que ya se venían produciendo anteriormente.
El sistema productivo a nivel mundial goza buena salud, sobre todo gracias a la aportación hecha por las empresas relacionadas con las nuevas tecnologías. Esto ha hecho que a pesar de las medidas que se han tenido que tomar para hacer frente al Covid-19, muchas empresas se hayan podido adaptar a través de nuevas técnicas de trabajo, como el teletrabajo.
De esta manera, cabe esperar que, aunque se producirá una caída del PIB a nivel mundial, como no puede ser de otra manera debido al parón que se ha producido, los niveles de producción se recuperarán en un periodo no muy largo.
Según la lucha contra el covid-19 avanza, la producción se recuperará. Probablemente haya cosas que cambien, como, por ejemplo, que se replantee la globalización económica, y se busque una mayor producción nacional para que los países sean menos dependientes unos de otros.
El sistema financiero
Sin embargo, el sistema financiero no saldrá tan bien parado como el productivo. En primer lugar, éste ya se veía afectado desde la crisis financiera del 2008. A pesar de que los bancos han mejorado el nivel de solvencia desde entonces, las políticas de los bancos centrales habían llevado a una anormalidad monetaria, que se traduce en tipos de interés extremadamente bajos (en torno al cero por ciento) y en políticas de incremento del balance de los bancos centrales.
Además de esta situación, la deuda global mundial alcanza las cifras más altas cada año, lo que hace que el riesgo de impago sea cada vez mayor, ya sea por parte de los estados como por parte de las empresas o las familias.
El covid-19 ha agravado esta situación financiera anómala. Los estados van a aumentar su deuda y los bancos centrales, especialmente la Fed, han afirmado su política de tipos de interés bajos y han incrementado sus políticas de intervención en los mercados. Por tanto, la política de anormalidad monetaria se verá incrementada durante la pandemia.
Soluciones
La manera de luchar contra esta situación monetaria anómala tiene varios puntos de vista. En primer lugar, hay que mencionar que las políticas no convencionales de los bancos centrales buscan que la economía crezca, para que así crezca la inflación y no aparezca la temida deflación.
Este crecimiento quizás habría que buscarlo en regiones menos desarrolladas, como África o Latinoamérica, que, siguiendo el ejemplo de China, pudieran desarrollarse y hacer que el crecimiento económico mundial aumentase. Además, disminuiría la pobreza a nivel mundial y se evitarían migraciones que puedan desestabilizar a los países más ricos.
El problema de la deuda, sin embargo, debe hacer que los acreedores estuvieran preparados, en un momento dado, a aceptar negociaciones o, incluso, quitas de las deudas acumuladas. Esto ha sido siempre difícil de aceptar por parte de los acreedores, pero hay que pensar que, ante un impago generalizado, es mejor una negociación de las deudas en vigor.
El riesgo de no hacer estas políticas es doble. Por un lado, las políticas no convencionales de los bancos centrales pueden llevar a una inflación difícil de controlar y el incremento de la deuda puede tener como consecuencia un impago generalizado, sobre todo, si un aumento de la inflación pudiera llevar a un incremento de los tipos de interés que hiciera más difícil el pago de la deuda global.