Analizamos qué son los créditos de dudoso cobro y cuál es la situación actual en la banca española, alertando del alto volumen de los mismos y sus posibles consecuencias.
Non Performing Loans – NPL
Un crédito de dudoso cobro (NPL – Non Performing Loans, en inglés) es aquél que no ha pagado su cuota de amortización durante tres meses seguidos y la entidad financiera comienza el procedimiento para reclamar la deuda. El negocio bancario consiste en prestar dinero a sus clientes, y el calibrar bien el riesgo y conseguir que estos clientes devuelvan los préstamos, es una parte fundamental de la actividad de dichos bancos.
La Bolsa y la Banca
La cotización en bolsa de la banca española, en línea con la banca europea e internacional, ha caído contundentemente en los últimos años. El Banco de Santander llegó a cotizar en torno a los 15 euros por acción en el año 2008, actualmente cotiza alrededor de 1,59 euros. El BBVA llegó a cotizar alrededor de 20 euros por acción, actualmente cotiza alrededor de los 2,30 euros.
Sin duda el entorno en los últimos años no ha sido bueno para la banca. Los tipos de interés han sido muy bajos, cerca del 0 %, lo que hace más difícil el negocio bancario. Pero sin duda, el incremento de la cartera de los créditos de dudoso cobro ha sido uno de los factores que ha llevado a que la cotización de los bancos haya descendido como lo ha hecho.
Volúmen de NLP
Según las previsiones de la consultora Axis Corporate, el volumen de créditos de dudoso cobro será de unos 200.000 millones de euros a finales de año, una cifra similar a la de 2008. Esta cifra, por supuesto, es escandalosa, y podría llevar a la banca a una quiebra sin precedentes.
El stock de créditos de dudoso cobro se sitúa ya actualmente en el entorno de los 170.000 millones de euros. Esta cifra incluye 70.484 millones de euros concedidos con el ICO hasta junio, pero no incluye los 91.000 millones de euros de créditos traspasados a los fondos y la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria).
El ICO, el SAREB y los Fondos de Inversión
Los avales que ha dado el estado con los préstamos ICO en muchos casos se han utilizado de manera distinta para la que estaban diseñados. Muchos bancos han utilizado los avales para garantizar préstamos previos al gran confinamiento del COVID-19, y no para los concedidos debido a la pandemia. Esto hace, que todos los españoles seamos responsables de créditos de dudoso cobro concedidos por los bancos en años precedentes.
La SAREB, también conocido como banco malo, hizo que parte de los préstamos de dudoso cobro de los bancos salieran de sus balances, y también incluyen garantías públicas. En cualquier caso, no dejan de ser préstamos de dudoso cobro.
Los créditos traspasados a los fondos, son ventas de préstamos de dudoso cobro que realizan los bancos para librarse de los mismos, normalmente con pérdidas significativas, y que cuenta con una garantía hipotecaria o colateral, que hace que sea atractivo para los inversores.
Esta es una buena solución para sanear los balances de los bancos, ya que significa una entrada de dinero real. Sin embargo, tiene dos inconvenientes: los fondos suelen pedir descuentos importantes en el valor de las garantías hipotecarias, y suelen estar interesados sólo en los mejores activos, dejando, por ejemplo, los pisos y los hoteles de peor calidad para los bancos.
Como puede verse la situación de la banca no es muy halagüeña. No es de extrañar que el Banco Popular, en su día uno de los más rentables, y de los más expuestos al negocio inmobiliario, finalmente fuera vendido por 1 euro al Banco de Santander. Esta “adjudicación” probablemente se hizo para evitar males mayores dentro del sector bancario, e hizo que todos los accionistas perdieran el valor de su inversión en el Banco Popular. Cosa que, por otro lado, como hemos visto anteriormente, también está ocurriendo en el resto de bancos.