Nueva economía, nuevas reglas… ¿En qué consisten?
La creación de internet ha tenido un efecto muy importante en nuestras vidas y en la economía. Múltiples sectores, sino todos, se han visto afectados por las nuevas utilidades de la red, hasta tal punto que se creó el término de “nueva economía” para referirse a la economía surgida en torno a internet.
La burbuja puntocom
Las expectativas de esta nueva economía fueron muy grandes en un principio, llegando a producir la burbuja puntocom. Esta burbuja se produjo por la fuerte inversión en valores de bolsa relacionados con la “nueva economía” debido a que los análisis mostraban que iban a generar grandes ingresos en el futuro.
El índice NASDAQ, que agrupa a los mayores valores tecnológicos de Estados Unidos, pasó de cotizar 2000 puntos en el año 1999, a 5000 a principios del año 2000. Estas expectativas se demostraron como exageradas y así en octubre de 2002 se había producido una gran caída, siendo el valor de dicho índice de aproximadamente 1300 puntos.
Este fue el primer efecto distorsionador de la nueva economía. Una gran cantidad de capital acudió a financiar esta economía que, sin embargo, no cumplió con las expectativas. Tras la burbuja puntocom y para evitar un enfriamiento de la economía, las autoridades monetarias internacionales bajaron los tipos de interés, lo cual aceleró la actividad económica pero, a la vez, generó una gran burbuja inmobiliaria que finalmente llevó a la Gran Recesión de 2008.
Nueva Economía y nuevos comienzos
Con el transcurrir del tiempo, la “nueva economía” ha demostrado que las expectativas eran acertadas. Tan solo era cuestión de esperar el tiempo necesario. A día de hoy el Nasdaq cotiza a más de 7800 puntos, por encima de los 5000 obtenidos en el punto más alto de la burbuja puntocom.
El mundo ha sufrido desde el año 2000 una gran transformación debido a esta “nueva economía”. Facebook, Amazon, Apple, Netflix o Google, son grandes multinacionales que generan, ahora sí, grandes rendimientos y cuyos valores de capitalización bursátil supera a la mayoría de las empresas tradicionales.

Sin embargo, a pesar del éxito de la “nueva economía”, la economía mundial se encuentra en una situación de crecimiento moderado, anormalidad monetaria y altas cuotas de desigualdad. ¿Qué está pasando?
En primer lugar uno de los problemas de la nueva economía es que no es intensiva en capital. Lo que en realidad es una virtud, se convierte en un problema. Muchos de los fundadores de las grandes empresas de internet comenzaron sus andaduras en el garaje de su casa con un ordenador. No hay que invertir grandes cantidades de capital en la creación de una empresa de internet.
¿Qué pasa entonces con todo el capital que genera la economía mundial?
Se produce la situación de “exceso de capital”, donde el capital generado es mayor que las posibilidades de inversión. Este capital “sobrante” se canaliza a inversiones especulativas, como las inmobiliarias, y a préstamos de difícil recuperación, haciendo que el sistema financiero entre en una situación de anormalidad monetaria.
La prueba más clara de que existe un exceso de capital reside en el hecho de que los tipos de interés en muchas economías estén en torno al 0 por ciento. Es decir, se presta el dinero gratis porque existe una oferta exagerada de capital.
Pero este no es el único factor distorsionador de la “nueva economía”. Uno de los hechos de la nueva situación monetaria que más sorprende es que, con los tipos de interés tan bajos, la inflación no haya hecho aparición. En otras épocas del capitalismo, con unos tipos de interés tan bajos, la inflación estaría desbocada.
¿Baja inflación?
Una de las razones de esta baja inflación es la eficiencia en los servicios que ofrecen las empresas de internet. La mayoría de sus servicios canibalizan los servicios ya existentes en formato no digital, pero de una manera mucho más eficaz. La inflación por lo tanto no crece. Esto en principio no es problema, pero puede llevar a la deflación, lo que si sería un problema para las magnitudes macroeconómicas.
Si los precios no crecen, o decrecen, las empresas cada vez ganarían menos dinero, lo que generaría una deflación salarial y una menor actividad económica.
Monopolios de Internet y la Nueva Economía
Otra característica de la “nueva economía” es que las empresas que participan en ella se convierten en quasi-monopolísticas si consiguen el liderazgo en su mercado. Si una empresa consigue la eficiencia tecnológica suficiente las competidoras no pueden estar a su altura y los consumidores acudirán en masa a aquella que les ofrece el mejor servicio. Esto puede generar tensiones inflacionistas en el futuro, pues, por definición, la falta de competencia genera siempre dicha inflación.
Por último, esta situación de canibalización de la economía no digital hace que el crecimiento global con las empresas de la “nueva economía” no sea tan boyante como cabría esperar. En cierto modo se produce el proceso de destrucción creativa de Schumpeter pero donde el proceso de destrucción es demasiado grande y el de creación no compensa como debiera al mismo.
La economía, como se ha expuesto anteriormente, no crece lo suficiente como para absorber toda la oferta de capital existente.
Amazon, un ejemplo
Esta empresa “tan solo” ofrece ventas on-line que compiten con los distribuidores tradicionales. Esta forma de distribuir es en general más barata que la tradicional, lo que le permite ofrecer precios más competitivos, lo que mantiene la inflación baja. Sin embargo, la economía no crece especialmente, pues los productos consumidos no dejan de ser los mismos que los que se consumían antes de que Amazon ofreciera sus servicios.
Si Amazon se hiciera con el monopolio de la venta de los consumos on-line, o mejor dicho, con el monopolio de la distribución de productos en general, podría aprovechar su posición dominante y subir los precios indiscriminadamente.
EEUU vs China
Otro posible efecto de la “nueva economía” es la desigualdad geográfica que se puede generar debido a que el desarrollo de estas empresas no es equitativo en todos los países sino que se centra en países de gran tamaño como Estados Unidos y China, con los que es difícil de competir para otros países, sobre todo por el efecto de liderazgo que ejercen ciertas empresas de internet y por su masa crítica.
¿Existe solución a esta nueva situación de la economía?
En primer lugar hay que asumir que el progreso es imparable y que la nueva economía se impondrá en tantos sectores donde esto sea posible. Sin embargo, sí se puede intentar influir en el ritmo y la manera en que este éxito se debe producir. Una de las primeras medidas que se deben tomar es la lucha contra los monopolios, ya que estos en el largo plazo pueden ser muy perjudiciales para la economía.
Además, el hecho de que la nueva economía no vaya a absorber todo el capital generado por las economías no debe ser corregido con medidas hacia las empresas de internet, sino hacia el propio capital generado, como puede ser a través de medidas como la implantación de un impuesto global al capital que haga que este se redistribuya sin generar posibles burbujas o desequilibrios financieros, al estilo del propuesto por Piketty en su libro el Capital del Siglo XXI.
En definitiva, nos debemos acostumbrar a un contexto en el largo plazo de crecimientos moderados, baja inflación y bajos tipos de interés. Este nuevo entorno es, en realidad, una situación de la que se puede sacar gran provecho, pues puede favorecer el que haya economías más equilibradas y con un crecimiento más justo y ponderado, al haber un entorno macroeconómico más estable.
Muchas gracias Gregorio, ¡así es!