Fintech, del inglés Financial Technology (en español Tecnología Financiera), se refiere a la industria que aplica las nuevas tecnologías al área de finanzas. Tienen, en muchos casos, un efecto disruptivo en el servicio que prestan al consumidor.
Un poco de historia
En los últimos años, el desarrollo de la industria financiera ha sido muy significativo gracias a las nuevas tecnologías. Sin embargo, la influencia de la tecnología en la industria financiera viene de lejos. Por ejemplo, en el año 1858, se tendió el primer cable transatlántico submarino de la historia para la retransmisión de telegramas entre América y Europa, que uniría los mercados financieros de Londres y Nueva York.
Otro hito del desarrollo de la industria financiera gracias a la tecnología lo podemos encontrar en la invención del cajero automático, que ahora lo concebimos como una herramienta cotidiana en nuestra relación con los bancos. En 1967, John Sheperd-Barron, escocés que trabajaba para una empresa que fabricaba máquinas de contar dinero, inventó el primer cajero automático que fue instalado en una sucursal del banco Barclays en Londres.
Podemos ver que la tecnología ha tenido una influencia en las finanzas desde tiempo atrás, al igual que la ha tenido en otras industrias. Sin embargo, el impacto reciente ha crecido de manera exponencial, llegando a formar parte de la estrategia de las grandes instituciones financieras el cómo adaptarse a este nuevo entorno.

Empresas Fintech actuales: Startups, Entidades Tradicionales y Grandes Empresas
Se pueden diferenciar tres tipos de empresas que actualmente se desenvuelven en el sector de las fintech. En primer lugar estarían las conocidas como Startups (empresas de reciente creación con gran potencial de crecimiento). Estas empresas se habrían especializado en el desarrollo de algún área de la tecnología y su objetivo sería ofrecer un servicio innovador que en muchos casos acabaría siendo comprado por alguna gran empresa del sector de las finanzas.
En segundo lugar podríamos señalar a las entidades financieras tradicionales que muestran interés especial, actualmente se podría decir que casi todas, en adaptarse al nuevo entorno tecnológico y que incluso hacen de esto su estrategia principal de negocio.
Finalmente, cabría destacar a aquellas grandes empresas tecnológicas que, habiendo conseguido una relevancia importante en su sector de actividad, muestran un alto interés por introducirse en el sector financiero. Un ejemplo podría ser Facebook y su criptomoneda libra, con la que pretende conseguir sinergias de su alto número de clientes en el negocio de mensajería Whatsapp.
Casos de Éxito
Algunas startups han conseguido un éxito sin paliativos en su actividad y no sólo no han sido absorbidas por otras grandes empresas financieras sino que se han convertido en empresas líderes de su sector de actividad. Es el caso de PayPal, creada en 1998 para proveer servicios de pago por internet utilizando tarjetas de crédito.
En 2002 eBay reconoce su gran crecimiento y decide comprar la plataforma por US$1.500 mill. En la actualidad, PayPal cuenta con más de 152 millones de usuarios activos y tiene una capacidad de transacción superior a los US$27.000 millones en transacciones móviles.
Otro ejemplo de éxito de una startup es Bloomberg LP. Creada en 1981 por Michael Bloomberg, la compañía ofrece herramientas de software financiero, servicio de datos y noticias para las empresas financieras a través de la Bloomberg Terminal. También ofrece un servicio mundial de noticias. Actualmente la empresa está valorada en 22.500 millones de dólares.
A pesar de lo dicho hasta ahora, sin duda en los últimos años ha habido movimientos en la industria financiera, producidos por las nuevas tecnologías, que hacen que el mundo de las fianzas se haya visto sacudido por auténticos terremotos. Uno de estos movimientos es la expansión de la tecnología blockchain.

El origen de la tecnología blockchain es la creación de Bitcoin (de la que hablaremos más adelante). Esta tecnología, sin embargo, ha traspasado el mundo de las criptomonedas y tiene un impacto aún mayor.
Básicamente, es una tecnología que permite la comprobación de las transacciones financieras a través de un sistema que no requiere la existencia de una entidad independiente supervisora, sino que se realiza a través de los propios miembros del sistema.
Estas comprobaciones se llevan a cabo mediante una “cadena de bloques”, es decir, unos ordenadores que forman parte del sistema y que mantienen el registro de las operaciones de compra-venta o cualquier otra transacción, para su posible comprobación. Muchas instituciones financieras tradicionales están cada vez más utilizando la tecnología blockchain.
Principales servicios Fintech de la actualidad
Algunos de los principales servicios innovadores Fintech que están funcionando en la actualidad, y que merecen una mención aparte son: Crowdlending, Crowdequity, Crowdfunding e Invoice trading.
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Crowdlending
Consiste en la financiación a personas, proyectos o empresas por numerosos inversores, en vez de por un número limitado de los mismos, lo que permite obtener dicha financiación sin necesidad de acudir a una entidad financiera tradicional.
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Crowdequity
Es parecido al crowdlending, pero en esta modalidad, las compañías no pagan intereses y el inversor obtiene beneficios dependiendo del éxito o fracaso de la empresa.
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Crowdfunding
O micromecenazgo, consiste en la difusión pública, por parte de la persona que busca financiación, de la causa o negocio que defiende, y la financiación mancomunada por parte de prestamistas independientes que simplemente simpatizan con la causa, o persiguen un crédito ofrecido por el prestatario.
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Invoice trading
Mediante crowdlending, es el descuento tradicional de facturas pero a través de una empresa de crowdlending, que después de analizar la solvencia de la empresa permite que pequeños inversores descuenten dicha factura por un tipo de interés que se fija en una puja.

Impacto en los países en vías de desarrollo
Otro aspecto relevante de las Fintech es el impacto que tienen en los países en vías de desarrollo, que normalmente tienen un nivel de bancarización menor que los países del primer mundo. Como ejemplo, podemos analizar el caso de M-Pesa en Kenia. Esta empresa ha hecho que en Kenia se pueda utilizar el móvil como una cuenta corriente a donde puedes transferir tu saldo y desde donde puedes realizar pagos y transferencias a otros usuarios. En el año 2018, el 93% de los Kenianos tenían acceso a pagos móviles.
Algo parecido ha ocurrido en China, donde debido, entre otras cosas, al atrasado sistema financiero que existía, “apps” como Alipay de Ant Financial y WeChat de Tencent, han conseguido una gran penetración como medios de pago entre la población. Los servicios ofrecidos por estas Fintech no sólo incluyen los pagos, sino también los préstamos, inversiones y evaluaciones de crédito.
Como es de imaginar, el tamaño de las empresas chinas hace que éstas puedan tener un gran impacto en el resto del mundo, haciendo posible que ofrezcan sus servicios fuera del mercado nacional.
La regulación es una parte importante del mundo de las Fintech. Debido al incremento de servicios ofrecidos y su diversificación, las autoridades regulatorias y de supervisión tienen que evolucionar a la misma velocidad de las empresas Fintech.

Criptomonedas
Por último merece mención aparte el mundo de las criptomonedas. En el año 2009 se creó la criptomoneda Bitcoin. A través de un proceso informático complejo, se crea una moneda con tecnología blockchain, que permite que los pagos sean directos sin necesidad de instituciones financieras o bancos y que no necesita de la supervisión de los bancos centrales o de los estados.
Su principal objetivo es actuar como medio de pago, y su principal innovación es que pretende complementar o sustituir a las monedas tradicionales. Según vaya habiendo más productos que se puedan comprar con criptomonedas mayor será su valor y utilidad, hasta llegar quizás al día en que las criptomonedas sustituyan a las monedas tradicionales.
El impacto entonces sería tremendo porque no sólo influiría en la forma de pago, sino que también tendría repercusión en la valoración de activos, los préstamos y todo tipo de actividades de los bancos tradicionales.
Como podemos ver el mundo de las Fintech evoluciona vertiginosamente, al mismo ritmo que las nuevas tecnologías. Al ser la industria financiera una industria basada en la información (no fabrica nada), ésta se ve más afectada por dichas tecnologías.
Como en todos los momentos de cambio existen amenazas, pero sin duda también grandes oportunidades que deberán repercutir en una mejora de los servicios financieros para los ciudadanos, que al final, es de lo que se trata.