¿De qué manera se repartirán los fondos de la Unión Europea para la recuperación por la pandemia del Covid-19? ¿Es una gran oportunidad para España?
Plan de recuperación para Europa
Los estados miembros de la UE aprobaron en Julio de 2020 un acuerdo sobre el Plan de Recuperación para Europa, dirigido a la reparación de daños económicos y sociales ocasionados por la pandemia. España será el segundo país más beneficiado, con una asignación total de en torno a 140.000 millones de euros.
Este plan es visto como una oportunidad no solo de paliar los efectos de la pandemia sino de reorganizar la economía española para hacerla más competitiva en el largo plazo a nivel internacional. Así, solo financiará gastos no recurrentes que supongan un cambio estructural y tengan un impacto duradero sobre la sostenibilidad, la competitividad a largo plazo y el empleo.
Subvenciones o participación en el capital
La primera cuestión que se plantea es de qué manera se estructurarán estas ayudas. En aquellos casos en que las ayudas se den en forma de subvenciones, el estado “regalará” dinero para aquellos proyectos que sean rentables. Proyectos que, quizás, sin esta ayuda, no lo serían.
Se podría plantear, como alternativa, que el estado actuara como un fondo de inversión privado, es decir, que aportara un apoyo financiero a aquellas empresas que se viera que pudieran ser rentables, pero no de manera gratuita, si no a cambio de una participación en los beneficios futuros como accionista.
El Fondo Europeo de Reconstrucción no es dinero “gratis” que viene de Europa. Es en gran parte préstamos que habrá que devolver y transferencias directas del presupuesto europeo del que España aporta una parte sustancial.
Si se repartieran en forma de subvenciones a empresas españolas, resultaría que cada ciudadano español estaría regalando su dinero a empresarios, fomentando de paso la desigualdad, y apoyando proyectos que quizás no sean rentables.
Inversiones a largo plazo
Otro punto a tener en cuenta es el tiempo de maduración de los proyectos en los que pueda participar el fondo. Normalmente los proyectos no son rentables en el corto plazo, para sí serlo en el medio y largo plazo. ¿Cómo saber si el fondo invierte en un proyecto que merece la pena? Sólo si el fondo participa en el capital de la empresa puede verificar la rentabilidad a medio y largo plazo del proyecto.
Fondo a nivel regional o nacional
Además, se afirma que todas las administraciones publicas deberán participar en la asignación de los fondos, incluyendo a las comunidades autónomas. La economía, para ser competitiva, debido a la globalización, debe serlo a nivel internacional, no regional. Uno de los problemas de la economía española es el tamaño demasiado pequeño de sus empresas. Proyectos a nivel regional no ayudarían en este aspecto.
Por supuesto que los fondos europeos se pueden utilizar para “reformar” empresas ya existentes, y no sólo para nuevos proyectos. Pero volvemos a las mismas cuestiones que antes, ¿por qué necesitan dinero público y no pueden hacer esas inversiones con inversores privados atendiendo criterios de rentabilidad?
El fondo de reconstrucción europeo promoverá la recuperación ecológica y digital de la economía. Estos son objetivos saludables y lógicos, en línea con la tendencia de la economía. Pero hay que tener cuidado, porque el hecho de que un proyecto sea ecológico o digital no significa que sea rentable.
Se corre el riesgo de que, de cara a una opinión pública mal informada, la utilización del fondo parezca correcta, pero que, sin embargo, se haga un uso inadecuado del dinero y que, pasados los años, se haya gastado en proyectos que generen actividad económica en el corto plazo, pero no creen una economía competitiva en el largo plazo a nivel internacional. Es mucho el dinero que está en juego, y se debería abrir un debate sobre su utilización.
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