La crisis sanitaria del COVID-19 ha influido en todos los aspectos de nuestras vidas. También lo ha hecho en los mercados financieros incluyendo, claro, la cotización del bitcoin.
¿Qué es el Bitcoin?
El bitcoin es una criptomoneda creada en el año 2009 que, a través de un proceso informático complejo, y utilizando la tecnología blockchain, crea una moneda virtual que permite que los pagos sean directos sin necesidad de instituciones financieras o bancos y que no necesita de la supervisión de los bancos centrales o de los estados.
En otras palabras, el bitcoin es una alternativa al sistema monetario actual. Puede convivir con el actual dinero fiat (dinero no respaldado por oro), pero su vocación es sustituirlo. Es difícil imaginar todas las implicaciones que esto podría tener en nuestras vidas, pues no solo serviría para hacer pagos, como en un principio puede parecer, sino que serviría para realizar todas las transacciones financieras.
La crisis del 2008
No es casualidad que el bitcoin se creara en el año 2009. En el 2008 se produjo la crisis financiera más grande desde la Gran Depresión, la cual fue parcialmente resuelta con la intervención de los bancos centrales. Se puede decir que éstos crearon dinero “artificialmente” a través de operaciones que abandonaban la ortodoxia monetaria.
Estas operaciones hicieron que el sistema global financiero perdiera credibilidad y que se crearan alternativas como el bitcoin.
El Covid-19 y el Bitcoin
La llegada del COVID-19 ha hecho que de nuevo los estados y los bancos centrales se vean envueltos en operaciones financieras, necesarias por la situación económica, que hacen que de nuevo se socave la confianza en el sistema financiero internacional.
El bitcoin se suele comparar con el oro como valor refugio, pero este no es realmente tal. El oro siempre tiene valor, pero el bitcoin sólo tendrá valor si finalmente empieza a ser utilizado, y su valor crecerá exponencialmente si finalmente sustituye al dinero fiat. Si no lo hace su valor será nulo.
El bitcoin es una alternativa al sistema monetario actual que sólo tendrá valor si finalmente empieza a ser utilizado.
Con el comienzo de la crisis sanitaria, el valor del bitcoin cayó al igual que lo hicieron casi todos los mercados financieros. Esta primera reacción se debió probablemente al primer impulso de los inversores de refugiarse en liquidez.
Desde entonces, sin embargo, el bitcoin ha recuperado una senda alcista, debida, probablemente, a la disminución de la confianza en el dinero fiat por la reacción de las instituciones ante la situación sanitaria.
Sin duda el próximo halving (disminución en el ritmo de creación de nuevos bitcoins) que se llevará a cabo en mayo también empujará la cotización del bitcoin, pero la tendencia a medio plazo vendrá determinada por la confianza que exista en el competidor del bitcoin, que no es otro que el dinero fiat.
Para que el bitcoin tenga éxito es necesario que tenga la confianza de la población, y para conseguirla es necesario que empezara a funcionar en distintos sectores de la economía, probablemente los tecnológicos. Una vez que se viera que el bitcoin es viable en ciertos sectores, podría luego expandirse al resto de áreas de la economía.
El impacto final de la crisis del COVID-19 es todavía incierto, pero a la situación creada por el mismo se une la incertidumbre que el sistema financiero internacional ya arrastraba debido a la crisis del 2008.
En definitiva, todo apunta a que la cotización del bitcoin sufrirá una revalorización que será directamente proporcional a la desconfianza que pueda generar el actual sistema monetario.