Iniciamos en Verdad Económica una nueva sección de actualidad donde resumimos lo acontecido económicamente en el último mes. Como buenos economistas, pretendemos explicar lo que ha sucedido (seguramente nos equivocaremos) y difícilmente apuntar a lo que ocurrirá.
El tema principal de actualidad es la subida del precio de la electricidad a nivel internacional, debido fundamentalmente a las emisiones de CO2 y al alza del precio del gas natural. Esto en España tiene una repercusión especial por los cargos que la factura de la electricidad soporta debido a políticas equivocadas en el pasado referentes a las energías renovables y nuclear.
El gobierno de España se ha comprometido a moderar el precio de la electricidad (llevando parte del coste a deuda) y a revisar las distintas políticas energéticas como es el mix de la energía, sugiriendo incluso crear una empresa pública que gestione el sector.
El peligro real es que la subida del gas natural arrastre una subida del precio del petróleo, debido, entre otras cosas, a huelgas en la producción en Noruega. Esto tendría un impacto importante en la inflación que ya se ha visto afectada por otros motivos.
No se pueden olvidar las consecuencias de la pandemia. Entre otras cosas la globalización se ha visto negativamente afectada debido a los problemas de logística y transporte internacional, como es el precio de los contenedores.
Esto hace necesario un reajuste de la economía a nivel global, ya que muchos suministros, en especial los Chinos, no llegan con los bajos precios que lo hacían anteriormente. Es relevante el tema de los microchips, en este caso de Taiwan, que afecta de lleno a la industria automovilística.
Por lo demás los bancos centrales siguen con su política de huida hacia adelante monetaria, donde el tapering es la cuestión fundamental. En un principio Estados Unidos parecía llevar la voz cantante, pero debido a la presión de Alemania, los programas de Quantitative Easing en Europa se están viendo moderadamente reducidos.
La política de norteamericana de helicóptero monetario puede haber tenido una influencia en la inflación de dicho país, ya que la inyección de dinero ha llegado directamente a los ciudadanos y no a los bancos como anteriormente con las políticas de quantitative easing.
En general la economía se está reajustando a una nueva situación post pandemia donde, como en todas las crisis, habrá perdedores y beneficiados.
El sector turístico se ha visto afectado de lleno por la pandemia, sobre todo en España, aunque gracias a las ayudas a fondo perdido del gobierno español han podido capear la situación. Esta por ver la situación en que han quedado dichas empresas.
La losa, sin duda, de la situación económica está en la deuda, sobre todo la pública, que ha crecido hasta niveles desconocidos. Es de destacar, sin embargo, que el ahorro privado también está en niveles inusualmente altos, lo que es buena noticia para la economía en general.
Las condiciones climáticas desfavorables tendrán, probablemente, un impacto de nuevo en el precio mundial de la energía que influirá en la inflación y condicionará la política de los bancos centrales.
En general, la economía deberá ajustarse a la nueva situación post pandemia, (siempre que ésta esté finalmente controlada) demostrando la sorprendente y admirable capacidad de adaptación que ha demostrado durante la misma.