Las posturas económicas de izquierda y de derecha son antagónicas, y suelen ocupar todo el espectro del pensamiento económico: o eres de derechas o eres de izquierdas. Sin embargo, analizando estas posturas, cabe preguntarse si una tercera vía, de centro, es posible, y en que se basaría.
Los ejes principales que caracterizan a la izquierda y a la derecha económicamente son: la creencia en el libre mercado, la intervención del estado en la economía productiva, la igualdad y el estado de bienestar.
La creencia en el mercado para asignar los bienes es esencial en la economía capitalista, y hoy en día pocos son los que, incluso desde ideologías de izquierda, están en contra del libre mercado.
Sin embargo, los mercados también tienen ineficiencias. Por ejemplo, de no haber regulación los mercados energéticos generarían demasiada contaminación. Además, si toda la economía se dejase a los mercados no se produciría los suficientes bienes para, por ejemplo, la defensa nacional. Además, para el correcto funcionamiento del mercado, existen leyes antimonopolio que profundizan en su mejor funcionamiento.
¿Es de derechas estar a favor del mercado libre y de izquierdas estar en contra? quizás lo correcto sea analizar en cada caso, desde una perspectiva de centro, cuando es conveniente que haya mercado libre y cuando no.
En cuanto al punto de la intervención del Estado en la economía productiva, hay que destacar la mayor eficacia de la propiedad privada frente a la pública, ya que lo que es de todos no es de nadie.
Sin embargo, en algunos casos, como en la crisis del 2008, el estado tuvo que intervenir para salvar a ciertos bancos de la quiebra. El gobierno de Estados Unidos, también, por ejemplo, inició un proyecto llamado “internet”, que finalmente ha cambiado al mundo. Este es, de nuevo, un ejemplo de intervención del estado en la economía.
La igualdad es una bandera de la izquierda. La derecha por el contrario defiende que posean más riquezas aquellos que lo merecen o se las han ganado. Pero en ambos casos, estamos hablando de una cuestión de grado. ¿Es viable una igualdad o desigualdad absoluta? ¿no existen ya en nuestra sociedad unos ajustes para que no exista una desigualdad o igualdad extrema?
Precisamente una de las maneras de redistribuir la riqueza es el estado de bienestar, que da servicios de educación, sanidad y pensiones de manera que los más pobres aportan menos de lo que reciben y los más ricos aportan más de lo que reciben. Son redistribuciones de riqueza que no generan desmotivación por trabajar, ya que nadie hace uso de sus servicios, si no los necesita realmente.
En cuanto al estado del bienestar, ocurre algo parecido a la igualdad, hay que ver cuál es el termino medio, ya que puede haber educación privada y/o concertada, sanidad privada y planes de pensiones privados compatibles con el sistema público.
En definitiva, los matices que existen entre la derecha y la izquierda son enormes, existe un gran campo de acción entre ambas posturas, que hacen que las medidas económicas no sean fundamentalmente de izquierdas o de derechas, sino inteligentes o no inteligentes.