La criptomoneda bitcoin, se creó en el año 2009. A través de un sistema informático complejo, se crea una moneda con tecnología de blockchain, que permite que los pagos sean directos sin necesidad de instituciones financieras o bancos y que no necesita la supervisión de los bancos centrales o de los estados.
La primera transacción reconocida y que estableció el primer valor para el Bitcoin fue la compra de dos pizzas en Papa John´s. Se pagaron 10000 bitcoins por esas dos pizzas que en dinero fiduciario tenían un precio de 30$. La capitalización del bitcoin en septiembre de 2021 alcanzó los 867.635 millones de dólares.
Entonces… ¿invertimos en Bitcoins?
La pregunta de si se debe invertir en Bitcoins hay que contestarla en función de si estamos pensando en el corto plazo o en el largo plazo.
En el largo plazo hemos de pensar que el fin del bitcoin es que sea aceptada como una moneda de uso corriente. Si esto ocurre, el valor del Bitcoin se incrementará notablemente, ya que la masa monetaria de la moneda, o lo que es lo mismo, la capitalización, no será suficiente para que funcione como moneda global y subirá su valor, se revalorizará.
Las probabilidades de que el bitcoin se convierta en moneda corriente dependen de varios factores. En primer lugar, de la salud del sistema fiduciario, o monedas convencionales. Si esta quiebra, por ponernos en un extremo, algo tendrá que sustituirle y este algo puede ser el Bitcoin.
Los bancos centrales de las monedas convencionales han seguido una política errática en los últimos años, debido a las crisis económicas que han tenido que superar (p.ej. Gran Recesioón 2008 – Razón por la que se creó el Bitcoin). Los programas de Q.E., o de “impresión” de dinero, hacen que estas monedas convencionales pierdan valor.
En cualquier caso, la introducción del Bitcoin como moneda convencional no sería sencilla, ya que significaría un cambio radical en el sistema financiero. De un sistema centralizado pasaríamos a uno descentralizado, donde probablemente no serían necesarias muchas de las instituciones financieras y donde la soberanía monetaria de los países se vería disminuida.
El riesgo, por tanto, del Bitcoin es que nunca llegue a convertirse en una moneda de uso corriente, en cuyo caso, toda la capitalización actual valdría realmente cero.
En El Salvador se ha hecho la prueba de aceptarla como moneda legal. Es una primera prueba de cómo podría funcionar.
En el corto plazo el bitcoin subirá o bajará en función del dinero que entre o salga comprando o vendiendo bitcoins, que dependerá de lo optimistas que sean los inversores ante la posibilidad de que el bitcoin se convierta en una moneda de uso corriente.
En el corto plazo tendrá una gran importancia el análisis técnico (análisis de las figuras de gráficos basadas en lo que ha ocurrido en el pasado) que nos guiará en lo que puede hacer la cotización del bitcoin.
En definitiva, la inversión en bitcoins es una inversión de todo o nada, donde puede haber mucho que ganar y también mucho que perder.