Según se desarrolla la economía mundial surgen nuevos sectores, o se desarrollan sectores tradicionales, que aportan mucho valor a las economías de los países donde se circunscriben. Uno de los ejemplos es el sector de las nuevas tecnologías que ha aportado grandes avances a nuestra sociedad.
Pero las actividades económicas punteras no sólo tienen influencia positiva por sí mismas si no que también benefician al resto de sectores de la economía. Un fontanero que ejerza su trabajo en un país donde haya empresas punteras ganará más dinero que uno que lo haga en una economía tradicional.
En España siempre se habló de su dependencia del sector inmobiliario. Es una manera diferente de decir que el porcentaje de empresas punteras no es tan elevado y, por ello, el porcentaje del sector inmobiliario es mayor.
También se suele hablar, en general, de lo importante que es la productividad, y a veces se entiende que todo depende de organizarse bien en el trabajo. Pero no es así, una de las variables más importantes para mejorar la productividad es realizar esas actividades punteras que aportan más al PIB por hora trabajada.
Pero, ¿cómo se consigue tener empresas en esas actividades punteras? Lo primero es remar todos en la misma dirección. La cooperación público-privada es esencial, y no funcionará si existe una filosofía de enfrentamiento entre lo público y lo privado. Lo público no debe ir en contra de lo privado y lo privado no debe aprovecharse de lo público.
Una de las claves del éxito de las nuevas tecnologías en California ha sido su capacidad de atraer talento. Las mejores mentes del mundo se han ido a trabajar al Silicon Valley que ha aportado mucho a que las grandes empresas norteamericanas sean hoy en día líderes en el sector tecnológico.
No hay más que ver el ejemplo de Elon Musk, empresario en sectores de alta tecnología afincado en Estados Unidos a pesar de ser de nacionalidad sudafricana.
Como hemos señalado el desarrollo de empresas punteras es beneficioso en muchos aspectos de la economía. Es interesante recordar la teoría de clusters, de Porter, donde indica que es difícil que una sola empresa triunfe en un sector específico, pero que es más fácil que se den las circunstancias para que un grupo de empresas lo hagan.
Así, en España, destacan empresas textiles, como Inditex, Mango, Desigual, Cortefiel y otras que desarrollan su actividad en la misma área, cadenas de hoteles, como Meliá, Iberostar, Riu, Barceló, NH y constructoras cono ACS, Acciona, Ferrovial, Sacyr y otras. Ninguna de estas actividades puede ser considerada claramente como actividades punteras, sino más bien tradicionales. Pero demuestran que si tienes éxito a nivel local lo puedes exportar a nivel internacional.
La formación de los trabajadores es fundamental para desarrollar este tipo de actividades, pero en caso de faltar algún tipo de función, se puede recurrir, como ya hemos indicado, a la inmigración. La inmigración no tiene por qué estar necesariamente sólo circunscrita a mano de obra barata.
La investigación y desarrollo es una actividad que influye en este campo. En principio, se dice que debe haber I+D público, del que se puedan favorecer iniciativas privadas a posteriori. Sin este empuje público es más difícil para las empresas avanzar en la investigación y desarrollo.
En definitiva, la mejor manera para luchar contra la inflación, el déficit, el paro, la deuda y a favor de las pensiones, el estado del bienestar y la educación es conseguir crear empresas punteras que tiren del resto de la economía y hagan que el resultado final sea el óptimo.