La mano invisible de Adam Smith
Idea presentada por Adam Smith en su obra “La Riqueza de las Naciones”, según la cual, en un mercado libre el efecto combinado de que todos busquen su interés beneficia al conjunto.
Adam Smith, nacido en 1723, es considerado por muchos como el padre de la economía moderna. Sus ideas sobre el mercado libre, el comercio libre y la división del trabajo constituyen hasta hoy en día los cimientos de la ciencia económica.
Un ejemplo de la mano invisible es el de un inventor que desarrolla un producto. Este lo hace en su interés propio, para conseguir un beneficio económico, pero al hacerlo beneficiará también a toda la sociedad, ya que ésta sacará provecho de un producto que es más eficiente que los existentes hasta el momento.
Una de las consecuencias de la teoría de la mano invisible es que los individuos pueden decidir mas apropiadamente que los gobiernos que se debe producir y consumir y en qué cantidad. Esta idea es uno de los pilares del capitalismo. Así Smith creía que el Estado debe existir, pero solo ocupado en tareas como la defensa o la justicia.
Adam Smith reconoció que no siempre es aplicable el concepto de la mano invisible. Así, por ejemplo, ocurre cuando ciertos productos son limitados y su consumo perjudica al conjunto. Este argumento ha sido muy utilizado en el campo medio ambiental, ya que se argumenta que ciertas actividades económicas perjudican al medio ambiente.
Otra crítica a la idea de Adam Smith viene dada por el premio Nobel Joseph Stiglitz, quien asegura que los mercados son solo sistemas eficientes en determinadas circunstancias. Para Stiglitz la intervención del Estado puede producir mejores frutos que la del mercado.